lunes, 20 de agosto de 2012

Cómo encender un fuego con leña

He aquí una guía práctica y consisa de cómo armar un fuego que dure y sirva para cocinar o hacer un fogón en un campamento.


Lo Necesario

  • Madera seca (si no se encuentra seca, cortarla en trozos para aumentar la superficie expuesta y ponerla al sol durante mínimo 1 hora)
  • Papel de diario
  • Ramitas pequeñas (es elemental)
  • Piñas (es opcional, pero su resina es muy buen inflamabe y por lo tanto muy útil)
  • Cartón o alguna revista dura que sirva para apantallar el fuego


Cosas que se deben Evitar

  • Madera verde. Hacen casi imposible prender el fuego porque tiene mucha agua adentro. Para empeorar las cosas, tira más humo.
  • Suelo húmedo. Por las mismas razones, la humedad es nuestra enemiga y hará que se torne más dificil que se mantenga nuestro fuego prendido. Para contrarrestar el efecto, se pueden poner algunos troncos "de sacrificio" en el suelo, que no van a usarse para el fuego en sí, pero que sostendrán al resto que sí se cemará.
  • Material de plástico. Su llama tiene muy poca duración, no poduce mucho calor, y el olor que tiene su humo es desagradable.
  • Nafta o kerosene. Puede ser muy útil para iniciar el fuego, pero se torna muy peligroso controlarlo. Además, el olor que produce cuando se quema dura un tiempo, con lo cual no sirve para poder cocinar en ese tiempo.

Cosas Opcionales

  • Alcohol. Sirve para encender el fuego, no así para mantenerlo. Si se ve que es necesario agregarle alcohol cada rato, hay que replantearse si se está armando bien el fuego
  • Piñas (ver por qué más arriba)
  • Piedras Para rodear el fuego y conservar el calor. Son útiles en zonas muy ventosas para prevenir que el fuego se apague.
  • Pasto Seco. Es muy útil como combustible dado que se prende muy fácil (y también se consume muy rápido). Ojo que si está húmedo va a dar mucho humo)
  • Carbón. Sirve para hacer el fuego más rápido. Personalmente no me gusta, porque hace muchas chispas.

Armado Paso a Paso

  1. En una superficie seca colocar bollos de papel de diario. Éstos no deben ser muy compactos para que pueda entrar el oxígeno-elemental para que pueda encender la llama-. Armar una pequeña montañita de papel, metiendo entre cada capa una fina capa de ramitas secas y pequeñas. Éstas le dan sostén a la montañita cuando el papel se consuma.
  2. Colocar rodeando el papel más ramitas secas. Aquí también se pueden poner piñas y material resinoso que prende muy bien.
  3. Paso opcional: Colocar troncos que no fueron cortados alrededor de la montaña hecha. Estos troncos funcionarán de contención de la estructura que se está por hacer. Pueden ser sustituidos por piedras o directamente nada.
  4. Colocar trozos de leña cortados. La cara cortada hacia adentro y la corteza hacia afuera. Lo más importante es que las astillas de la madera, que son las que primero se prenden, por eso la cara interior de la madera cortada va hacia adentro. Mantener la estructura piramidal del fuego.
  5. Una vez puesta toda la leña cortada, se pueden colocar troncos más grandes rodeando el fuego, pero tener la precaución de no tapar todas las entradas de aire que tiene la estructura, de lo contrario no habrá suficiente oxígeno para que encienda el fuego.

Mantener el fuego prendido y sin que se apague

  1. Encender el papel de diario con un fósforo. Es preferible encenderlo desde lo más adentro posible, y encender todos los fancos posibles del fuego lo antes posible. EN ESTA ETAPA NO SE DEBE ABANICAR EL FUEGO.
  2. Una vez que se quemó todo el papel de diario, las maderas más finas deberían estar en etapa de llama, la cual enciende maderas más gruesas y así... Eventualmente se irán quemando las maderas más finas primero. Las piñas y todo material resinoso sirven para mantener esa llama inicial y lograr que las maderas más gruesas se enciendan.
  3. Una vez que se logra la primera brasa, se puede comenzar a abanicar. Para ello, usar un cartón o plástico fuertes, y apantallas suavemente y con movimientos cortos la parte del suelo de la fogata. Se puede oir como hace efecto el oxígeno que entra en las brasas y cuando se deja de abanicar se debe poder apreciar un efecto revitalizador del fuego.
  4. Una vez que el fuego es estable, se pueden colocar los troncos más gruesos, teniendo el cuidado de no aplastar la fogata y de mantener la estructura piramidal. Estos troncos serán los que provean las brasas más duraderas que sirven para cocinar o mantener una fogata por mucho tiempo.

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